Hace ya tres años de la muerte del artista Ren Hang. No sé bien bien como explicar qué es lo que me gusta tanto de él y de su arte, ya que a priori, deberia odiarlo solo por el hecho de que estoy absolutamente en contra del maltrato animal y él utilizaba de manera demasiado recurrente animales exóticos o pedazos de cadáveres de animal como objeto de toda su narrativa visual y formaba una parte muy importante de su universo personal.
A pesar de esto no puedo dar la espalda a la estética de sus imágenes, me atrapa demasiado. Los esquemas de color tan básicos y elegantes que utilizaba (BLANCO-NEGRO-ROJO-AZUL). La simetría, la repetición, la luz, tan sencilla como artificial, los cuerpos desnudos, los labios rojos, y el pelo negro. El surrealismo de todas sus escenas. El agonismo que provocan a veces…
Aunque suene extraño, todo este universo raro, torturador, freak… provoca en mi mente cierta paz. Creo que eso lo consigue a través de la distribuición de los pesos y de los colores dentro de la composición. En mi manera de crear imágenes, necesito que todo esté ordenado y en equilibrio. Para mí, esto se antepone casi siempre al concepto. Por eso creo que mi mente borra directamente los animalitos muertos de la escena y deja espacio para lo demás.
Es cierto que no puedo dejar de lado el hecho de que el concepto es básicamente el motivo de su obra. Era considerado fotógrafo erótico. “ERÓTICO” y “CHINO” no son compatibles. No al menos para el estado. Y creo que es precisamente eso lo que le llevó a trabajar de una manera tan transgresora y provocadora. Básicamente una llamada de atención total al mundo como diciendo: “EH, LOS CHINOS TAMBIÉN NOS EXPRESAMOS SEXUALMENTE, A PESAR DE TODO”
Sin más, dejo por aquí abajo las imágenes que han surgido de toda esta inspiración estética. Larga vida!
